Yo estaba trabajando con una compañía de petróleo en Singapur cuando un inspector de otro país nos visitaba. Él venía a ver un cargamento de petróleo destinado a su país que estaba en guerra. Cuando escuchó el ruido de los aviones de combate que pasaban por encima, instintivamente corrió a esconderse. Avergonzado, explicó: "Lo siento, pensé que estaba de vuelta a casa." Él hizo lo que habría hecho si hubiera estado en su país devastado por la guerra.
Para el cristiano, es fácil sumergirse de nuevo en las viejas formas de pecado por pura costumbre, debido a las muchas tentaciones en este mundo. A pesar de que estamos "en Cristo Jesús", como Romanos 8:1 lo dice, vivimos a veces como si estuviéramos "en pecado".
Dios pagó un precio muy alto para llevarnos fuera del reino del pecado. Lo hizo ", enviando a su Hijo en semejanza de hombre pecador para que fuera una ofrenda por el pecado" (NVI v.3). Vamos ahora a ser gobernado por "la ley del Espíritu de vida", no por "la ley del pecado y de la muerte" (v.2). El apóstol Pablo nos exhorta a "ajustar" la mente de acuerdo con "las cosas del Espíritu" (v.5). Esto significa que tomamos nuestra dirección en base a la Palabra de Dios como guiados por su Espíritu.
Cuando sientas la tentación de sumergirte de nuevo en los malos caminos viejos, va a permitir en su lugar que el Espíritu Santo que vive en usted le ayude a vivir de manera más consistente con su posición "en Cristo"
He nacido de la carne, concebido en el pecado, ahora he nacido del Espíritu, una vida nueva para comenzar; He sido lavado en la sangre de Cristo y esto será suficiente, Alabado sea Dios que soy su hijo, yo he nacido dos veces -Brandt
Cuando usted nace de nuevo, se convierte en ciudadano de los cielos.
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